EL ABOGADO
Don Manuel Rico Avello nació el 20 de diciembre de 1886 en la aldea de Villanueva, pueblo de Trevias (parroquia ésta perteneciente al concejo o municipio de Valdés, cuya capital es Luarca). Sus padres, Don José Rico y García-Lañón y Doña Dolores Avello y Suarez, tuvieron once hijos vivos, 4 varones (Manuel, Antonio, Gil Carlos y Gonzalo) y 7 mujeres (María, Adela, Asunción, Lucila, Emilia, Maria Dolores y Julia).
Hace sus estudios primarios en Villanueva y a los 10 años comienza el bachillerato en Luarca; pero en 1901 se traslada a Madrid, aparentemente para profundizar las matemáticas a instancias de su padre, que deseaba orientarle hacia la carrera de Ingeniero Agrónomo. Sin embargo no son las matemáticas su dedicación en Madrid, sino el meritoriaje periodístico, desde donde se asoma a la política a través del Circulo Repúblicano del Horno de la Mata.
Vuelve a Asturias en 1904 y al año siguiente saca el Título de Bachiller y comienza los estudios de Derecho en la Universidad de Oviedo, obteniendo la Licenciatura el 12 de junio de 1908, calificado de Sobresaliente con Premio Extraordinario. Su maestro mas influyente en Oviedo fue Don Aniceto Sela, Catedrático de Derecho Internacional, con cuya familia trabó Manuel Rico Avello una entrañable amistad y que le impulsó a colaborar con la Obra de Extensión Universitaria, dando un contenido social a sus aspiraciones personales.
En 1908 y 1909 realizó estudios de Doctorado en Madrid, donde tuvo ocasión de relacionarse con Don Gumersindo de Azcárate, otro apostol de la Obra de Extensión Universitaria que le ayudaría a conseguir una beca de la Junta de Ampliación de Estudios para realizar una corta estancia en Francia. Consigue el Doctorado y ya de vuelta en Asturias comienza su carrera de abogado, que él mismo evoca sumariamente en una nota manuscrita de 1934:
«… fui nombrado, en 1913, Secretario de la Asociación Patronal de Mineros Asturianos, entidad entonces constituida por la empresas mineras y siderúrgicas de Asturias para el fomento y la defensa de la industria y principalmente para resolver las cuestiones sociales del trabajo en las minas. En 1914 abrí a la vez bufete de Abogado y pronto alcancé prestigio y consideración en el Foro. Desde 1913 a 1933 me consagré, por entero, a un trabajo agotador. Tuve a mi cargo las Secretarías de la Patronal de Mineros, de la Cámara Minera Asturiana, del Sindicato Comercial Carbonero, de la Comisión Mixta de obreros y patronos de la minas y del Orfanato Minero Asturiano, cuyos Estatutos redacté en 1929. También fui nombrado Consejero de la Caja Asturiana de Previsión Social …»
Si añadimos que el 5 de junio de 1915 contrajo matrimonio con Doña Castora Rico Rivas y que sus tres hijos: Elisa, Carlos y Pablo nacieron los años 1916, 1917 y 1919 respectivamente; podemos hacernos una idea del contexto humano y familiar de los primeros años de la vida profesional de Rico Avello. Pero al mismo tiempo hay que resaltar la oportunidad que para él significó poder desarrollar su carrera profesional en el mismo centro de uno de los focos mas importantes de la industrialización y por lo tanto modernización, de España.
Entre 1914 y 1918 la minería hullera asturiana se desarrolló aprovechando la neutralidad española en la 1ª Guerra Mundial; pero al recuperarse las exportaciones británicas a partir del final de la guerra, los conflictos sociales de un sector tan sensible como éste se vieron agravados por la crisis económica que se produjo como consecuencia de la competencia exterior. En estas circunstancias, la labor mediadora de Rico Avello no pudo mantenerse al margen de las controversias políticas de la época.
Entre 1920 y 1923 Rico Avello se une al movimiento regionalista asturiano para recabar la protección del carbón de Asturias mediante aranceles a las importaciones del competidor inglés. De este modo resultó elegido en 1921 Diputado Provincial por el Partido Reformista de Melquiades Alvarez y a pesar del paréntesis que la dictadura significó para estas actividades, continuó su adscripción a esta corriente política hasta poco antes de su concurrencia en 1931 a las elecciones para las Cortes Constituyentes de la Segunda República.
Durante estos años mantuvo constantes relaciones con los dirigintes sindicales del socialismo asturiano; primero Manuel LLaneza y mas tarde Ramón Gonzalez Peña, que acabaría siendo el máximo dirigente del movimiento revolucionario de 1934. Y también en estos años, fue un testigo directo de los manejos populistas de la Dictadura para el manejo de las crisis económico-sociales.
El 24 de mayo de 1930, el todavía Rey de España, D. Alfonso XIII, nombra a Rico Avello, Secretario General del Orfanato de Mineros Asturianos, cargo en el que se mantuvo hasta su concurrencia a las elecciones para las Cortes Constituyentes de 1931. En este año se adjudicó el concurso del proyecto del edificio para el Orfanato Minero Asturiano que ha quedado como un magnífico ejemplo de la arquitectura de la época.
El 25 de febrero de 1932, haciendo honor a unos compromisos sociales que siempre formaron parte de su labor política, Rico Avello defendió (y obtuvo) ante las Cortes constituyentes de la República » la exención de los impuestos que gravan a las personas jurídicas del Orfanato de Mineros Asturianos», dedicando un recuerdo a D. Manuel LLaneza, socialista dirigente de los mineros que estuvo ligado su creación.